RESEÑA DE "BRIAN DE PALMA: EL MAGO DE LA IMÁGEN" DE LOTO AZUL
En el panorama de estudios cinematográficos dedicados a Brian De Palma, es imprescindible reivindicar su figura cada cierto tiempo con trabajos que vayan más allá de la biografía clásica. “Brian De Palma: el mago de la imagen”, publicado por Loto Azul en 2024 y escrito por Alejandro Lorente, responde a esa necesidad. Este libro no se limita a narrar su carrera, sino que realiza un profundo examen de su gramática visual: el director es analizado como un auténtico artista de la cámara, un mago que construye sus mundos con travelling, encuadres audaces, juegos de espejos y homenajes a gigantes como Hitchcock, Kubrick o Buñuel. Lorente contextualiza su obra dentro del Nuevo Hollywood, explora sus motivaciones técnicas y temáticas, y demuestra cómo su cine sigue dialogando con las grandes corrientes del séptimo arte. Con claridad, pasión y conocimiento, este estudio reivindica de forma muy actual la relevancia de De Palma, explorando tanto sus éxitos como sus decepciones, y mostrando cómo su legado visual continúa inspirando a nuevas generaciones.

En Brian De Palma: el mago de la imagen, Alejandro Lorente construye una de las aproximaciones más completas y cohesionadas que se han escrito en España sobre la figura del cineasta. El libro parte de una premisa clara: para entender realmente la magnitud de De Palma dentro del cine contemporáneo es necesario combinar teoría, análisis fílmico, documentación de rodaje y una lectura histórica que explique no solo cómo filma, sino por qué filma así. Lorente propone, desde el inicio, un mapa crítico que une las obsesiones temáticas del director ,la mirada, el doble, la vigilancia, la violencia como espectáculo, con sus innovaciones formales y su relación con el legado cinematográfico.
El autor abre el volumen con una detallada reconstrucción del “ecosistema De Palma”, explicando cómo la obra del cineasta se levanta sobre una profunda reflexión acerca de la percepción. Para Lorente, películas como Carrie, La furia, Vestida para matar , Impacto no son simplemente ejercicios de suspense, sino auténticos laboratorios donde la imagen se fragmenta, se multiplica, se distorsiona y se vuelve inestable, obligando al espectador a cuestionar sus propios mecanismos de visión. Esa “pedagogía de la mirada”, como la llama el autor, convierte al director en un verdadero manipulador sensorial capaz de coreografiar la experiencia del espectador plano a plano.
A lo largo del libro, Lorente recorre con minuciosidad el arsenal formal del que se sirve De Palma: el uso extremo del split diopter, los travellings coreografiados, los planos secuencia que funcionan como trampas visuales, el montaje contrapuntístico y la creación de set-pieces que se comportan como auténticas mini-óperas. Cada técnica aparece analizada tanto en su dimensión estética como en la psicológica, destacando la manera en que el cineasta utiliza el artificio para exponer la fragilidad de la percepción y la potencia del engaño cinematográfico.
El libro también dedica amplios apartados a explorar el universo temático del director: el voyeurismo como motor narrativo, la presencia insistente del doble, la relación entre cuerpo y peligro, y la violencia entendida no como simple shock, sino como dispositivo de representación. Lorente evita los clichés habituales que han perseguido al cineasta ,especialmente los debates sobre misoginia o gratuidad de la violencia, y propone lecturas matizadas donde la imagen siempre es un espacio problemático, autorreflexivo y construido para provocar fricción crítica.
La publicación hace un recorrido por el universo de cineastas que se relacionan con su obra: tanto los que le precedieron en la renovación del lenguaje cinematográfico, tales como Stanley Kubrick, Sam Peckinpah o Roman Polanski como sus maestros y referentes entre los que incluye a Howard Hawks, Billy Wilder, Luis Buñuel o Jean-Luc Godard.
Uno de los capítulos más reveladores es el dedicado a las genealogías de influencia. Lorente reconstruye con precisión quirúrgica el linaje visual y conceptual que antecede a De Palma, señalando la importancia decisiva de Alfred Hitchcock, pero mostrando cómo el cineasta reescribe ese legado desde un prisma profundamente moderno: desmonta, exagera, ironiza y reconfigura los mecanismos del suspense. También subraya resonancias con el experimentalismo europeo, el cine americano de autor y la tradición de la sátira política, que atraviesa películas como Hi, Mom! o Casualties of War.
El resultado final es una obra ambiciosa y rigurosa que combina análisis meticuloso con una escritura accesible y apasionada. Brian De Palma: el mago de la imagen se convierte así en un libro imprescindible para estudiantes de cine, investigadores, programadores y amantes de la puesta en escena virtuosa. Lorente no solo recupera y clarifica el lugar de De Palma dentro del canon, sino que ofrece nuevas herramientas para interpretar su cine desde la mirada contemporánea, demostrando que la filmografía del director sigue siendo un territorio eléctrico, complejo y plenamente vigente.
El libro continúa con un repaso a la generación a la que De Palma pertenece por edad y contexto, un grupo heterogéneo donde figuran Friedkin, Bogdanovich, Cimino, Malick y un Carpenter difícil de encasillar por su condición de francotirador creativo. A este retrato generacional le sigue el círculo más íntimo del Nuevo Hollywood: Lucas, Spielberg, Scorsese, Coppola y otros compañeros de aventuras que compartían rodajes, montajes, amistades, rivalidades y hasta repartos.
Una vez establecido su entorno, Lorente dirige el foco hacia el propio De Palma, aplicando el mismo método: una introducción que recoge temas recurrentes, sus hallazgos técnicos, sus aciertos, sus tropiezos y, por supuesto, la gigantesca sombra de Hitchcock. El libro señala cómo la deuda con el maestro del suspense atraviesa buena parte de su filmografía, ya sea en forma de homenajes, apropiaciones o reinterpretaciones creativas.
Pero Lorente insiste en que la cinefilia de De Palma no se agota en Hitchcock. Su mirada también absorbe enseñanzas de Hawks, Welles, Godard, Wilder, Antonioni y, de manera especialmente significativa, de Buñuel. La influencia del director aragonés, afirma, crece de forma notable en la etapa más reciente del cineasta estadounidense, cuando levantar proyectos se vuelve un desafío y los elementos surrealistas y difusos entre realidad y ensoñación ganan protagonismo. En este capítulo explica no solo qué tomó De Palma de ellos, sino cómo los reelabora, evitando caer en la etiqueta reduccionista de “imitador hitchcockiano”.
En uno de sus aportes más valiosos, el libro rastrea la huella que Brian De Palma ha dejado en generaciones posteriores, documentando cómo cineastas contemporáneos , desde autores de culto hasta directores de gran visibilidad mediática , han incorporado elementos de su gramática visual: la liturgia del travelling controlado, los clímax construidos mediante montaje paralelo, el uso del artificio como declaración estética y la reivindicación del cine como territorio de exceso. Lorente muestra que este legado se mantiene más fértil que nunca y que su influencia no se limita a resonancias abstractas, sino que ha permeado de forma concreta en creadores muy diversos, como Paco Plaza, Rodrigo Cortés, Quentin Tarantino, los hermanos Coen o Paul Thomas Anderson, que han hecho suyas la estilización extrema, la cámara concebida como mente en tensión, la fragmentación perceptiva y el fetichismo del punto de vista. El autor concluye que, gracias a esta expansión continua, De Palma se ha consolidado como un auténtico “director de directores”.
En este capítulo se analiza la versatilidad del cineasta, lejos del cliché del “director de thrillers”. Lorente explica cómo De Palma se mueve con naturalidad entre el thriller psicológico, el terror de resonancias metafísicas, el cine bélico de crítica moral, el melodrama trágico, la sátira grotesca, el noir de estilo barroco, el cine político y conspiranoico, la comedia desatada de sus primeros años, el thriller erótico de raíz europea e incluso el gran espectáculo de acción mainstream ejemplificado por Misión: Imposible. Más que saltar de un género a otro, el autor sostiene que De Palma los pliega y mezcla hasta crear híbridos profundamente personales, donde la forma visual reconfigura siempre lo que podría parecer convencional.
Uno de los capítulos más destacados de la obra, y sin duda el que la diferencia de la mayoría de libros dedicados a Brian De Palma, es el extenso estudio de veinte páginas dedicado a la planificación de la cámara. Aquí Lorente analiza con minuciosidad el aparato formal depalmiano: el uso estructural de la pantalla partida, el split diopter como herramienta narrativa, la cámara lenta para intensificar el fatalismo, los travellings circulares que introducen la sensación de vigilancia, los planos secuencia que alteran la percepción del tiempo, así como encadenados y zooms que reproducen estados mentales alterados. También aborda la cámara subjetiva como prolongación psicológica del personaje, el sonido como extensión de la mirada, la luz como marcador de duplicidades morales y el montaje paralelo como engranaje de tensión progresiva. Todo ello se expone mediante ejemplos, esquemas y comparaciones técnicas que convierten este capítulo en la sección más académica y reveladora del libro, una auténtica aportación original al estudio del cine de De Palma.
Lorente no concibe el libro para ser leído de un tirón. Su estructura responde a un planteamiento académico: primero una panorámica general sobre el director, y después una especie de guía de consulta para acompañar el visionado de cada película. De tal forma que el libro ofrece un recorrido exhaustivo por toda la filmografía de Brian De Palma, atendiendo siempre a los títulos con los que cada obra se estrenó en España y dedicando a cada una un análisis que combina contexto histórico, recepción crítica y lectura visual. Lorente examina desde sus primeros trabajos ,Murder a la Mod (1968), Saludos (1968) y Hola, mamá (1970), hasta las obras que consolidaron su sello autoral, como Hermanas (1973), El fantasma del paraíso (1974), Fascinación (1976) o Vestida para matar (1980). Títulos clave como Carrie (1976), El precio del poder (1983) y Atrapado por su pasado (1993) reciben capítulos ampliados, de entre cuatro y cinco páginas, por su relevancia artística y comercial. El recorrido continúa con La Furia (1978), Impacto (1981), Doble cuerpo (1984), Los intocables de Eliot Ness (1987), Corazones de hierro (1989) y En nombre de Caín (1992), para luego adentrarse en su etapa más internacional con Misión: Imposible (1996), Ojos de serpiente (1998) y Misión a Marte (2000). Finalmente, el estudio aborda sus trabajos del siglo XXI ,Femme Fatale (2002), La Dalia Negra (2006), Redacted (2007), Passion (2012) y Domino (2019), completando así una panorámica crítica y detallada de más de cinco décadas de creación cinematográfica.
Con todo, la aportación más valiosa del libro reside en el estudio que Lorente realiza sobre la sintaxis cinematográfica de De Palma: su uso singular de las herramientas audiovisuales, su manera de transformar los textos literarios en imágenes y su habilidad para convertir cada decisión de puesta en escena en una pieza fundamental del relato. Es ahí, en esa lectura profunda del estilo, donde el autor ofrece su contribución más sólida y reveladora al estudio del cineasta.
El libro dedica un capítulo completo a repasar los premios, nominaciones y reconocimientos que Brian De Palma ha acumulado a lo largo de su carrera, desde candidaturas a los Oscar, Globos de Oro o BAFTA hasta su paso por festivales internacionales y la obtención de galardones honoríficos. Lorente analiza también cómo ha evolucionado la recepción crítica de su obra, marcada durante décadas por la división entre el entusiasmo de la cinefilia y el recelo de parte de la crítica institucional, así como su progresiva revalorización en el ámbito académico y entre nuevas generaciones de espectadores.
Otro apartado reúne la bibliografía esencial para acercarse al universo depalmiano. En él se incluyen los estudios académicos más relevantes, los principales libros monográficos dedicados a su figura, entrevistas imprescindibles para comprender su proceso creativo, ensayos sobre el contexto del Nuevo Hollywood y un conjunto de fuentes primarias y publicaciones especializadas que permiten al lector profundizar en los debates formales y temáticos de su filmografía.
La obra se completa con una sección de veinte páginas de fotografías a todo color que funciona como un auténtico álbum visual. En ella se reproducen fotogramas restaurados y material de rodaje que capturan algunas de sus composiciones más emblemáticas, planos secuencia célebres, usos de la pantalla partida, localizaciones icónicas y escenas que han alcanzado la categoría de culto, ofreciendo un complemento gráfico que realza y celebra la potencia estética del cine de De Palma.