En las latitudes de un miedo políglota

El miedo es un ser robusto y tremendamente inteligente, tanto que sabe disfrazarse. A veces, de hecho, se disfraza y se pone una máscara veneciana para empezar a bailar.
El miedo tiene gran alcance y, como una epidemia, puede hacer sucumbir a millones de personas a la vez. Todos los días, el miedo existe, el miedo lucha y se nos cuela dentro retorciéndose entre nuestras grietas. Su forma favorita de entrenamiento es justamente esta: con una pesa hecha de hueso y corazón, el Señor Miedo hace reflexiones sobre la alfombra persa. Pero lo más grave, lo más terrible, es su facilidad para hablar cualquier idioma, porque el Miedo, al igual que el Amor, es políglota y ningún idioma se le resiste, así que… ahora yo les pregunto, ¿cómo podemos combatirlo? Pues sin duda, con la poesía.
En este texto verán pues cómo afronto un momento vital difícil —mi reciente separación— usando un arma sin duda tan poderosa como el Miedo, los versos, y lo hago desde la humildad y desde la consciencia más absoluta de que se puede vencer.
Todos podemos vencer nuestros temores.